POROTO, UN CONEJITO SILVESTRE: CONOCE SU HISTORIA

Su historia comienza con el hallazgo de una camada de gazapitos en un sitio de construcción en Lampa, donde lamentablemente se pasó a llevar su madriguera. Las personas de la obra recogieron a los pequeños conejitos y nos contactaron.

Los 4 gazapitos tenían menos de dos semanas de vida cuando fueron recibidos por Anto, Cata, y Rosie, las anfitrionas de su Hogar Temporal por parte de Bunny C.A.R.E. En ese punto de sus vidas, los conejitos dependían de extensos cuidados, ya que aún necesitaban de leche y un refugio adecuado a su edad. Eran muy pequeños y tiernos, pesaban solo 100 gramos y por su seguridad debían estar en jaulas o espacios delimitados hasta que crecieran lo suficiente para así extender su propio espacio. En su HT fueron bautizados como Garbanzo, Lenteja, Arveja y Poroto, también conocidos como "Las Legumbres", nombre que nació a partir de su color, tamaño y respectiva personalidad.

Poroto siempre fue reconocido como la legumbre maldadosa y rebelde del grupo, de ahí su nombre, porque era el que caía pesado. Solía correr todas las noches sin dejar dormir, y adoraba escalar los barrotes de su jaula, lo que terminó por causarle un accidente. Sufrió la fractura de su vértebra L6, lo cual fue bastante grave por lo que inmediatamente fue atendido por médicos especialistas en neurología, y comenzó un extenso tratamiento y terapia para su recuperación. Después de meses, fue dado de alta, lo más milagroso fue que no hubo compromiso medular, de no ser así podría haber terminado en una parálisis.

Durante su tratamiento, las otras legumbres fueron creciendo, lo que permitió que estuvieran listas para su proceso de adopción, pero Poroto debía sanar antes de ser publicado como "en adopción". Fue así como este chiquito fue el último en quedar en el hogar temporal de Anto, Cata, y Rosie, luego de cinco meses. Durante todo ese proceso se volvió parte importante de sus vidas, en especial con todos los cuidados, tratamientos, y todo el tiempo que pasaban junto a él, fue así como se dieron cuenta de que no podían vivir sin esos ojitos de aceituna.

Su intención en aquel momento era adoptarlo, y que finalmente fuese parte oficial de su familia, pero no dependía completamente de Anto y Cata sino también de su conejita Rosie. Pero tuvieron la suerte de que Rosie amó a Poroto desde el primer segundo en que lo vio, incluso más de lo que ama a sus maminejas. Al final del día, fue una decisión conjunta y unánime. Este pequeño y dulce conejito llegó para quedarse, fue el destino que haya encontrado a sus tres chicas, las que se dedican todo el día y todos los días a amarlo.

Poroto tiene un corazón de oro, es bondadoso, amable, cariñoso, considerado y trabajador. Su única intención en la vida es que el resto sea feliz. Sus principales hobbies consisten en regalonear con Rosie, supervisar a sus humanas mientras trabajan, tener siestas en la cama y despertarlas con binkies en la cara.

Anto, Cata y Rosie nos cuentan: "Es el conejito más exquisito, guapo y buen mozo que hay, lo amamos con todo nuestro ser. Si hay algo de lo que estamos seguras, es de que nuestra vida es infinitamente mejor con nuestro gordito en ella, tanto nuestra vida como la de la Rosie, disfrutamos cada día a su lado y cada momento que vemos lo mucho que se aman con Rosie. Estamos eternamente agradecidas de que Bunny C.A.R.E. le haya permitido a Poroto encontrarnos.

Poroto significa mucho para nosotras, nos completa como familia y nos sorprende día a día con lo hermoso y bueno que es. ¡Es un conejito único! Es un kilo y cien gramos de puro amor, nos enseñó que sin importar que tan chiquito seas, tu raza, de donde vengas o tu historia pasada, con un gran corazón y orejas largas llegarás lejos en la vida".

¡No hay palabras para describir lo locas de amor que nos tiene a las tres este chiquito exquisito!